Si los Mundiales sirven para algo es para encontrar jugadores que entierran su nivel de forma escandalosa, como el caso de Müller, pero también para encontrar jugadores poco conocidos que rinden a un nivel excepcional pero sembrando la duda de si ese es su nivel real o ha habido algún punto en el que la motivación se dispara y el jugador no va a poder mantener dicho nivel. Este año me ocurre ésto con Juan Quintero, el buen mediapunta colombiano.
El nivel que ha dado Juan Fernando Quintero en los partidos del Mundial ha sido bueno en comparación con compañeros suyos del renombre de Falcao, Bacca, Sánchez o Cuadrado. De hecho, y teniendo en cuenta las lesiones de James, diría que Quintero ha sido el mejor del país 'cafetero'. Ha sido un jugador que ha mostrado un estilo de juego muy interesante apoyado en destellos técnicos individuales de mucho nivel. Es cierto que sí se le puede poner un pero: el físico. Y no hablo de que sea bajito, 1.68 metros de altura, hablo de que a partir de la hora de partido desaparecía, parecía que le falta un poquito de resistencia.
Independientemente de este problema de físico, se solucionaría dosificando los minutos del jugador de manera proporcionada y adecuada, el debate futbolístico que se propone en torno al jugador es sencillo: ¿puede dar el salto a Europa?, y su conclusión no es nada sencilla. Es cierto que cualidades para el fútbol no le faltan, pero hay que tener en cuenta que, a pesar de tener 25 años, no sería su primer salto a Europa.
Quintero comenzó en el Envigado en 2005 en las categorías inferiores, jugadores dos años mayor que él, como James, en 2007 ya eran estrellas del club, mientras que el bueno de Juan no concretó su estatus en la primera plantilla hasta 2009. Los buenos jugadores del Envigado volaban a clubes más grandes, pero no fue hasta 2012 cuando Quintero oficializó su fichaje por por Atlético Nacional, donde la rompe y consigue que lo fiche el Pescara, su salto a Europa es una realidad, donde jugará con jugadores como Romagnoli o Weiss y a los que adelanta por la derecha.
Su progresión es magnífica, el apodado 'La Nueva Promesa' se sale en la Serie A, en un club muy modesto, y ese año tan fantástico año le vale su traspaso al Oporto, club experto en refrendar promesas sudamericanas. Sin embargo, parece que el Oporto le viene un poquito grande, no consigue establecerse como titular y sus números son extremadamente pobres, anotando 4 goles y 5 asistencias el primer año y siendo de 11 asistencias y 3 goles en el segundo. El Oporto todavía le veía algo, pero vienen jugadores por detrás y no pueden esperar más a que Quintero sea Quintero. El 31 de agosto de 2015, Quintero se marcha cedido al Stade de Rennais, otrora un grande de Europa, que se ha convertido en un pozo para jugadores de nivel medio.
Ni Quintero ni Gourcuff, otro jugador que se hundió al llegar a ese pozo, consiguieron que el nivel colectivo ni el individual fuese el adecuado. Tras 14 partidos en los que consigue la cifra de un gol y dos asistencias, el Oporto se ve obligado a cederlo a su país natal, al Independiente de Medellín, donde curiosamente la vuelve a romper con 16 goles y 10 asistencias, lo que le vale la llamada a la selección nacional y que River lo incorpore a su proyecto desde febrero de 2018 tras negociar con el Oporto una opción de recompra de 3,5 millones de euros.
Su cesión en River, donde los resultados están siendo regulares, finaliza en enero de 2019, y en las oficinas del Oporto hay movimiento tras su actuación en el Mundial, se hacen la misma pregunta que nosotros: ¿se merece un segundo salto a Europa?
Mi respuesta corta a esta pregunta es sí. La larga es sí pero; sí merece una segunda oportunidad, pero tiene que echar los restos estos tres meses que le quedan en River. Es un jugador más que capacitado para jugar en Europa, no en el Madrid o en el Barcelona, de momento, pero sí en un Oporto. Por otro lado, la sombra del primer gatillazo en Europa es muy larga, y su rendimiento parece limitarse a las fronteras colombianas, parece que estamos ante otro caso de "o soy la estrella o no juego" y eso es preocupante cuando no has conseguido mucho con 25 años.
A mi personalmente Quintero me gusta como futbolista, pero debe considerar un cambio en su forma de ver las cosas, hay que dar un poquito más o se quedará en otro de esos fiascos que tienen su denominador común en que sólo rinden con la selección como Vargas, Arévalo Ríos, Podolski y un largo etc.
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