Si hablamos de la última década del siglo pasado y del fútbol francés nos acordaremos del Mundial de 1998. Si preguntamos por el mejor francés de esa década casi todo el mundo dirá Zidane. Si acotamos más y hablamos de un francés en Premier League se abrirá el abanico y vendrán nombres como Henry, Vieira, Cantona o Desailly y yo me pregunto: ¿por qué nadie se acuerda de Ginola? En Inglaterra se le tiene un respeto y admiración enormes como futbolista... ¿qué pasa en el resto del mundo?
La carrera de David empieza en su tierra natal, Francia, jugando en el Sporting Toulon a la tierna edad de 18 años de mano de Rolland Courbis y donde consiguió ser sub-21. Tras tres campañas muy buenas, en la 88-89 ficha por el Racing Club París y juega junto a Enzo Francescoli, donde hace las delicias de la afición a pesar de los malos resultados colectivos. Dos años de lucha por la permanencia para acabar descendiendo, pero el buen registro del media punta y su calidad como jugador no le permitirán jugar en segunda. El Stade Brestois 29 se hace con sus servicios en la 90-91, donde Ginola se convierte de pleno derecho en la promesa más valorada del fútbol francés.
Este buen hacer le abre las puertas de PSG en enero de la 91-92 de la mano de de Artur Jorge, con el que ya había coincidido en el Racing Club París. En su vuelta a la capital no sólo llega a semifinales de la UEFA, sus 13 tantos y la letal dupla que forma con George Weah le valen el galardón de 'Mejor Jugador Francés del Año' entregado por France Football. Todo va bien, pero en 1993 ocurrirá la desgracia que será el punto de inflexión en su carrera.
Año 1993, clasificatorias para el Mundial de EEUU '94. Francia necesita empatar contra Bulgaria para estar en la fase final. Son los últimos minutos, el luminoso indica un 0-0 y hay una falta lateral para los galos. Ginola la pide en corto y en vez de mantener el balón intenta un centro imposible que acaba en contra-ataque búlgaro y en el 0-1 definitivo. Francia se cae y Ginola es el principal saco contra el que se golpea. David se quiere ir de Francia, no aguanta más. Ese verano estuvo a minutos de fichar por el Real Madrid, que ya tenía un acuerdo tras el roto que le había hecho al equipo blanco, pero Luis Fernández impide el fichaje. Toca aguantar otro año en París.
A pesar de que Ginola quiere irse, hace muy buenas actuaciones. El PSG levanta la Copa de Francia y la Copa de la Liga y en Champions llegan a semis tras machacar al Barcelona de Johann Cruyff. Llega el verano y vuelve a buscar su salida de tierras galas y a puntito estuvo de conseguir fichar por el Barcelona, pero las fichas de extranjeros (3) que se permitía por aquella época estaban todas ocupadas. Finalmente, fue Kevin Keegan el que más fuerte apostó por el media punta francés y se lo llevó al Newcastle.
En la ciudad del Tyne se ve a un Ginola espectacular. Regates, fintas, golazos y un golpeo de balón exquisito. Keegan esta asombrado de la capacidad técnica del francés. Junto con Les Ferdinand tocaron la Premier con las manos... pero el United es mucho equipo y Ferguson se hace con la Premier al final. Ese verano llega otro revés. Bobby Robson le hace una llamada para decirle que ese verano sí, que tiene que ir a Barcelona. Keegan le logra convencer de que se quede, que es un proyecto a largo plazo y que lo necesita, que sabe que es su sueño pero que no le puede abandonar. Ginola acepta pero se le rompen los esquemas cuando a mitad de temporada Keegan se va, dejando su sitio a Kenny Dalglish, con el que Ginola no se acaba de llevar bien. Esto provoca la incredulidad e ira del francés que, a pesar de quedar segundos de nuevo, empieza a buscar nuevo equipo y lo encuentra en el norte de Londres: Tottenham.
Con los Spurs se ve al mejor Ginola de toda su carrera. Mejor incluso que el del Newcastle. Tres años para enmarcar. Un jugador con una buena fachada y espectacular. En Tottenham lo adoran. El primer año recibe el premio de la afición al 'Miembro más Valioso' y al año siguiente, en 1999 recibió el premio 'Mejor Jugador del Año' de la PFA (Asociación de Futbolistas Profesionales). El Tottenham lo incluyó en 2008 en su salón de la fama.
Los Spurs le quieren dar salida por su avanzada edad (33) a pesar de la negativa de la afición y su espectacular rendimiento y así, su carrera se irá apagando tras el fichaje por el Aston Villa, donde fue relegado al banquillo, cosa que no aceptó y tras temporada y media se fue al Everton, equipo en el que con sólo 5 partidos jugados anunció que colgaba las botas en 2002 a pesar de los esfuerzos de Moyes para que no lo hiciera.
David Ginola, un jugador que ha sido el blanco y cabeza de turco de un país cuando las cosas no fueron bien, que le han dejado sin tres oportunidades de fichar por Madrid o Barcelona y que se le trataba de muñequita cuando era un jugadorazo que lo daba todo. Junto con Julen Guerrero, de los mejores mediapuntas de los 90 pero que tampoco llegó a triunfar como se esperaba. Otro raro caso de una leyenda que cae en el olvido por no dejarle progresar en el equipo que debería. Incoformista y mago, calidad y garra, aquí no nos olvidamos de una Leyenda de la Premier y dejamos nuestro pequeño homenaje.
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