lunes, 30 de abril de 2018

DERBY DE CRACOVIA, CUANDO ALGUNOS PIENSAN QUE NO ACABÓ LA GUERRA



Si por algo hemos conocido el fútbol polaco en esta última década, además de por la Euro celebrada allí, ha sido por la cantidad espectacular de puestos que ha ganado en el ranking de violencia en el fútbol. Los polacos se han convertido en la pesadilla de organizadores y anfitriones de eventos futbolísticos. Todos conocemos a los seguidores de Legia de Varsovia, muy famosos últimamente, pero el grado de violencia que se puede encontrar en el derby de Cracovia deja los líos europeos del Legia en agua de borrajas.


El derby de Cracovia, más conocido como la Swieta Wojna, que quiere decir Guerra Santa, es el partido que enfrenta al Wisla de Cracovia y al KS Cracovia. no sólo es el derby más antiguo de Polonia, ya que son los dos clubes mas antíguos, si no que también es el más, o de los más, violentos de toda Europa. A pesar de que el propio Wisla ya juega el Derby de Polonia contra el Legia, la pasión que levanta el partido entre los dos equipos de Cracovia es extraordinaria, la enemistad entre ambos clubes únicamente puede estar regida y sometida a las leyes del caos, nos recuerda lo peor que hay dentro del ser humano.

Ambos equipos fueron fundados en 1906, son los dos clubes más antiguos de Polonia pero por la amarga historia del país, han variado sus hinchadas y sus motivos de odio entre dos equipos que viven prácticamente a 1 km de distancia. 

El Wisla no se consolidó hasta 1911, resultando como la fusión final de dos equipos. Representaba las aspiraciones de Polonia y de los polacos en lo que al país se refería. Defendía a Polonia a capa y espada manteniendo una gran rivalidad con el 1.FC Katowice, que representaba a las minorías alemanas. Por su parte, el KS Cracovia, cuyos orígenes se remontan a la fusión de dos clubes que representaban a la minoría hebrea, intentó darle a Polonia un enfoque más internacional. Giras por España o Francia, donde realizaron un gran partido contra el FC Barcelona (2-2), consiguieron que la selección nacional se surtiera de siete jugadores del KS Cracovia, un record absoluto para la época. Sin embrago, el periodo de entreguerras el wisla se llevó el gato al agua siendo la época dorada del club de la estrella.

Con la invasión nazi de Polonia, el KS Cracovia se enfrentó al régimen saltándose la prohibición de que cualquier equipo polaco jugase ningún deporte y se convirtió en una representación de la resistencia. Jugaba con equipos como el Gdansk en un campeonato paralelo y oculto además de representar una parte activa de ayuda al pueblo judío de Polonia, comprometidos por los orígenes hebreos del club, y así lo recuerda en nombre de su hinchada: La 'Jude Gang' y su hermanamiento con el Ajax. Del Wisla por su parte no hay excesivas noticias de esta época, hasta 1949 que acaba la Guerra Mundial y lo encontramos rebautizado como Gwardia Cracovia y ganando la primera liga tras la invasión alemana, para más tarde ser renombrado como GTS Wisla Cracovia.

Con la invasión soviética, ambos clubes eran potencias futbolísticas en el país pero comenzaría el bajón del KS Cracovia. La rivalidad actual en gran parte se debe a esta época. El Wisla fue adoptado por los militares del país (cosa que no evitó la represión de la afición autóctona), mientras que el KS Cracovia se presentaba con un fuerte sentimiento anticomunista. Fue una de las épocas más oscuras para el KS Cracovia, con descensos a Segunda, muchas altibajos y un rendimiento muy irregular mientras que el Wisla participó en bastantes ocasiones en competiciones europeas, como en la 1978-79 en la Copa de Europa (actual Champions League) donde fue eliminado en cuartos por el Malmö. Hasta diez veces compitió en la Copa de la UEFA y en dos ocasiones en la Recopa.

Con la caída del muro y la liberación de Polonia, el Wisla ha estado marcado por un fuerte sentimiento anticomunista, al igual que el KS Cracovia, pero con un puntito más exagerado de unión con la extrema derecha, cosa que no ha hecho gracia a sus vecinos, que son mas neutrales en ese apecto ya que no se olvidan de la ocupación nazi. Tampoco ayudó que el propio Wisla fuese adquirido por Tele-Fonika en 1998, hecho que desde el KS Cracovia  se observa como la reptición de la historia del apoyo de los grandes poderes económicos del país al Wisla.

Que Crakovia se conozca como 'La Ciudad de los Cuchillos' no sólo se debe a la gran calidad que presentan este tipo de herramientas allí forjadas, si no a la capacidad que tienen los hinchas de ambos equipos de que los derbis se les vayan de las manos. La presencia de antidisturbios, heridos e incluso muertos es más habitual que en casi ningún otro derby, y es una pena, porque el ambiente de circo romano que se puede llegar a vivir dentro del campo, sin la violencia claro está, es espectacular.

De momento manda el Wisla, 86 victorias de los de la estrella contra 63 de sus vecinos del KS habiendo un resultante de 44 empates. El Wisla tiene en sus vitrinas 14 ligas, 4 copas, y 1 copa de la liga mientras que el KS observa un palmarés de 5 ligas. Como curiosidad, el Wisla cuenta con 5 jugadores de nacionalidad española: Julián Cuesta (portero), Iván González López y Fran Vélez (defensas), Pol Llonch (centrocampista) y Carlitos (delantero) mientras que Javi Hernández enarbola nuestra bandera desde el KS Cracovia. Otro dato curioso es que el Wisla ha sido el único equipo polaco en conseguir la victoria contra el Barcelona a un partido.

El partido suele ser bonito, pero la tensión que se mastica en todos y cada uno de los encuentros hace que no sea muy recomendable, ya no ir al estadio, si no que el mero hecho de pasearse por Polonia con la camiseta inadecuada te puede costar un disgusto. A Polonia se le está yendo de las manos el tema de la violencia. Esa visión utópica de la Inglaterra 'hooligan', 'reggie', 'hippie' o 'skin' que se tiene desde un país que ha sufrido más de 50 años de represión, tanto alemana como rusa, hace que el fútbol se haya convertido en una vía de escape más propia de una guerra que de una sociedad moderna, hace que se haya convertido en un sin sentido que te puede costar la vida.

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