jueves, 15 de marzo de 2018

FÁBREGAS: DE FALSO 9 A FALSO FUTBOLISTA


Hoy venimos con uno de esos jugadores que, por algún motivo que todavía se nos escapa, ha sido considerado muy por encima de sus propias capacidades. Un jugador que, sin ser un paquete, sin ser ese compañero de clase al que escoges el último para jugar en el patio, nunca a rendido al nivel que de él se esperaba. ¿A ver si lo que ocurre es que el nivel que de Fábregas se espera se encuentra muy por encima de lo que realmente puede aportar?. Vamos a iniciar este debate en el que, a tenor de los resultados en su carrera, no ha sabido (o no ha querido, que es la única vía alternativa posible) ser esa super-estrella que todos esperaban.

Francesc Fábregas Soler nació en Barcelona y desde sus inicios en las categorías inferiores del Barcelona ya marcaba diferencias. Jugando de volante ofensivo (junto a un tal Leo Messi) llamaba tanto la atención que, un señor llamado Arsène Wenger decidió jugársela y llamar a Barcelona para preguntar por el chaval y por su predisposición para abandonar La Masía y poner rumbo a Londres a intentar jugar con 'los mayores'. Tanto el Barcelona como el jugador estuvieron de acuerdo en que era una oportunidad irrechazable para alguien que, con 16 años, parece despuntar en 2 partidos y desaparecer en 7. La sensación que rondaba en el aire era algo así como: "Bueno, que se vaya. Y si le sale bien, aplaudimos a Wenger y punto." Es un caso parecido al de Piqué, otro jugador de aquel filial y que un año más tarde marcharía rumbo al Manchester United, dejando en Barcelona una sensación de luces y sombras muy parecida a la de Fábregas con respecto a su futuro. Este dato, que parece de relleno, es muy importante para explicar el porqué de un movimiento posterior en la carrera de Fábregas. El caso es que un chaval de Arenys de Mar que tenía como máximo ídolo a José 'Pep' Guardiola, llegó al Arsenal a intentar hacerse un hueco en la Premier. ¡Y menos mal que su fútbol poco o nada tiene que ver con el de su referente! Porque de haber sido remotamente parecido a su ídolo, su carrera habría acabado tan rápido como empezó. Creo que no hace falta explicar que, un juego de toque, posesión y sobe de balón, en Inglaterra, como entrenador igual funciona (600 Millones en fichajes mediante), pero como jugador...poco sentido tiene. Por mucho que la gente se empeñase en ver ese famoso 'gen Barça' en Fábregas, lo cierto es que, para un rondo igual si que vale, pero para estar todo el partido manteniendo la posesión sin arriesgar en ningún pase, Fábregas no es el más indicado. Porque, por lo general, a partir de los tres cuartos de campo en adelante, tiende a buscar el último pase entre líneas. No tiene mala visión de juego, y es un jugador de 15/20 asistencias por temporada, pero no sabe hacer nada más. He aquí el motivo de mi crítica de hoy. 

Empezó heredando el '4' de Vieira en el Arsenal, lo que supuso un nivel de presión del que no se pudo despojar hasta un par de años más tarde. "Cogí ese dorsal en honor a Guardiola". Primer ejemplo de no saber dónde estás. Es como si un lateral izquierdo italiano llega al Real Madrid y, el año que se retira Roberto Carlos, se coge el dorsal '3' porque lo llevó Maldini. Me parece muy bien y muy respetable tu argumento, lo que no quita para que la afición, que lleva muchos años viendo a su dorsal '4' jugar de una manera, le exija a su heredero cierta continuidad. Tanto a nivel de rendimiento como de estilo. Tras el periodo de adaptación, tenemos, en el Arsenal, los mejores momentos como futbolista de Cesc. Tenemos que esperar a la temporada 07/08 para encontrarlos, pero es cierto que, acabar el año con 13 goles y 22 asistencias, son cifras a tener en cuenta. Después de varios años de buen juego como...digamos...centrocampista sin rol definido, con el que funcionó bastante bien en el Arsenal, dónde iniciaba jugada, daba último pase y, si se terciaba, entraba de segunda línea a rematar, la adaptación a la Premier estaba completada. Ser un centrocampista que no se sabe si defiendes o atacas sólo es posible en la Premier dónde los 22 señores sobre el verde corren detrás de la pelota como en un patio de colegio. Y Fábregas encajó muy bien en ese sistema de juego porque no hay más rey que el tuerto en el país de los ciegos, y Fábregas ganaba en toque e inteligencia táctica a muchos rivales y compañeros en esa liga. Pero entonces llegó la explosión de Piqué a su vuelta a Barcelona, y en la directiva del club vio paralelismo dónde no lo había. Si tienes toque y quieres jugar de central, Barcelona es tu ciudad, aunque luego seas capaz de marcarte goles en propia y liarla penalti tras penalti. Eso da igual en Barcelona porque lo que se pretende es que el rival nunca tenga el balón, por lo que no será necesario hacer ningún penalti. Ese es el objetivo, para lo cual hacen falta 'tocadores' desde la propia portería. Pero el caso de Fábregas es distinto y, en mi opinión, diametralmente opuesto al sistema del Barcelona. El Barça es orden, y Fábregas es caos. El Barça es tener el balón y Fábregas es arriesgarlo. El Barça es control de balón y Fábregas, sin tener tampoco el toque de un cojo, está muy lejos de jugadores como Xavi, Iniesta o Guardiola como grandes abanderados del juego azulgrana. La gran virtud de Fábregas es meter el balón a un espacio muy reducido dónde, si el delantero ha tirado bien el desmarque, habrá un compañero corriendo. El Barcelona no puede ser más estático en ese sentido. Salvo genialidades de Messi, toda acción del Barcelona nace y muere en una pared. Ahora, con Valverde, se busca un poco más al espacio a Luis Suarez, pero el Barcelona de los títulos llevaba el balón hasta la línea de gol sin tirar un desmarque hasta estar dentro del área rival con el balón, cuando ya el equipo contrario estaba encerrado y un desmarque de ruptura de Dani Alves, Abidal o Maxwell rompía por un lado esa línea. Como se puede ver, el ambiente no podía ser menos propicio para un jugador que se fue por 400.000€ y volvió a cambio de 34 Millones. Pero quizás lo que peor se llevó en Barcelona fue su anarquía sobre el campo (paradójico teniendo a Guardiola de ídolo). Si jugaba de interior, porque jugaba muy lejos de la portería, si jugaba de falso '9', porque jugaba demasiado cerca. Está claro que su posición idónea sería la de mediapunta, detrás de un '9' de referencia...pero no sabe regatear, lo que es imperdonable para esa posición. Y por no saber regatear, digo que no se va de un ladrillo. No me refiero al concepto de "falso torpe". Si a eso le sumamos un golpeo a puerta mejorable, estamos ante un mediapunta "normalito". De nivel medio-bajo diría yo. Por eso, y aunque pueda parecer ofensivo el juego de palabras del título de este artículo, mi opinión sobre Fábregas es que es el "Falso futbolista". Sabes que lo puede hacer bien, entrenamiento tras entrenamiento, partido tras partido...ves cosas en él que pueden parecer interesantes, pero son cosas que carecen por completo de una base táctica o técnica, lo cual, unido al enfrentamiento entre la opinión generalizada de que Fábregas es el claro ejemplo de un jugador "TOP MUNDIAL", y la mía de que tenía a todo el mundo engañado, dio lugar al pseudónimo con el que definí al catalán.

Y su regreso a Inglaterra, creo que ha terminado por darme la razón. No sólo en el pseudónimo, sino también en toda la argumentación previa. Porque en el Chelsea hemos vuelto a ver a un Fábregas al que le cuesta horrores mantenerse firme dentro de un esquema de juego muy definido. La libertad que da Wenger, no la dan ni Mourinho, ni mucho menos Conte. Los dos últimos, son entrenadores que piden cosas muy concretas a sus jugadores y no les gusta que nadie se salga de su papel ni siquiera para hacer más de lo que se les pide, que para eso siempre hay otro. Y en este aspecto, Fábregas está mostrando de nuevo sus limitaciones tácticas. Ver en Barcelona-Chelsea como hemos visto en la vuelta de octavos de la UEFA Champions League, como el '4' del Chelsea perseguía al '10' del Barça hasta que Messi lo regatea y lo deja por los suelos es para preguntarle a Fábregas: ¿Qué hacías ahí?. Lo que demuestra que, si Fábregas está jugando en el Chelsea es porque, hasta la fecha, los 'blues' no tienen a nadie que sepa dar un pase entre líneas con ciertas garantías más que a Cesc. Que, como he dicho antes, es su gran virtud. Pero es una virtud que, como en el caso de Pogba (para el cual tendremos artículo aparte en esta misma sección) no sirve de mucho si no está mínimamente acompañada de otras cualidades. 

En resumen, creo que Cesc Fábregas nunca ha sido un grandísimo futbolista, pero que ha jugado muy bien sus cartas y que, rodeado de la gente oportuna, ha parecido que demostraba más de lo que realmente puede aportar, tanto en el Arsenal como en algunos partidos muy contados del Barcelona y la selección española. Y si vuestra duda es que como se puede demostrar más de lo que realmente se aporta, casos más sangrantes como el de Javier Portillo en el Real Madrid o Bojan en el Barcelona creo que pueden ser válidos para demostrar que, si todos tus defectos quedan cubiertos por la calidad de tus compañeros, parece que no los tienes.

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