miércoles, 21 de febrero de 2018

STEPHAN EL SHAARAWY: TRAS LOS PASOS DE MIDO


Hoy traemos a uno de esos jugadores más conocidos por sus apariciones en los videojuegos de simulación de fútbol que por su rendimiento real. Un jugador con una fantasía desbordante con el balón en los pies, con una velocidad endiablada y que, a pesar de estar cuajando una buena temporada, sigue estando muy por debajo de lo que se esperaba (y aún se espera) de él.
Stephan El Shaarawy nació en Savona, Italia. Pero los orígenes de su padre hicieron que fuera apodado como "Il faraone" (dato que motiva el título del artículo). De hecho, la trayectoria de su padre le otorgó también la nacionalidad venezolana, lo que hizo que, a los 20 años, tras debutar con la selección absoluta de Italia, se acabara con la guerra existente entre las tres federaciones (egipcia, italiana y venezolana) por intentar convencer al chaval de que jugase para ellos. Ésta exótica guerra hizo que El Shaarawy saltara a la palestra de las portadas internacionales. Que tres federaciones de fútbol se peguen por un chaval es una noticia muy interesante para rellenar periódicos, lo cual, unido a la capacidad para hacer malabares con un balón que tiene el bueno de Stephan, lo llevaron a ser objeto de deseo de las marcas deportivas para sus campañas publicitarias por el enorme atractivo visual de dichas cabriolas. Como suele ocurrir en este tipo de casos, Nike, empresa famosa por su espectacularidad publicitaria, se adelantó a las demás, firmó un contrato de patrocinio con el chaval y lo puso a rodar anuncios con 18 años. Si bien es cierto que debutó en la Serie A con 16 años en las filas del Genoa, jugó solamente 3 partidos en dos temporadas en la primera división italiana antes de salir cedido al Padova de la Serie B, dónde despuntó y centró la atención, entre otros, del AC Milan que lo fichó un 25 de junio del año 2011.

Aquí es necesario hacer una parada técnica para reflejar dos cosas: primero, firmó con Nike, habiendo jugado 3 partidos en la Serie A, para rodar anuncios en los que exhibir sus dotes de malabarista con un balón (artículo a parte merece Hachim Mastour, que tras rodar anuncios junto a Neymar, el AC Milan ha anunciado recientemente que no piensa renovarle y se verá sin equipo a sus 19 años este mismo verano). Esto es una locura, se coja por dónde se coja. Es un sinsentido cuyo único final posible es que un niño adolescente se convierta en un "juguete roto" del fútbol. "Si el caso de Mastour es más sangrante y refleja mejor esta realidad, ¿por qué no escribir directamente sobre él?" Porque abandonar la deriva que acaba en eso, en ser un "juguete roto", y convertirse en un futbolista de verdad, engrandece la figura de El Shaarawy. Y hacer sangre del pobre Mastour me parece poco loable. Y en segundo lugar, firmar por el AC Milan en 2011 conllevó compartir vestuario con: Robinho, Cassano, Pato o Ibrahimovic entre otros. En un vestuario así, con 20 años, siendo imagen de Nike desde hace 2, y habiendo sido acogido dentro de ese grupo de 'egos' como uno más, la probabilidad de que esa carrera acabara tan rápido como empezó era muy alta. Y sus números en el AC Milan así lo muestran. En 4 temporadas con los milanistas, 14 asistencias de gol y 27 goles. En la Roma, con sólo 3 temporadas, 19 asistencias y 27 goles. Mismos goles, más asistencias, una temporada menos. Lapidario. Sin ser números de 'mega-crack', lo cierto es que este año, con 7 goles y 7 asistencias, está empezando a despertar esa fiera que, sobre el césped, a veces nos deja intuir que es, pero que no termina nunca de explotar.

Por eso este artículo, por eso la comparación del título. Porque se nos viene otro 'caso Mido'. Otro jugador, curiosamente también de origen egipcio, que cuando lo ves jugar no puedes dejar de pensar que, detrás de ese chaval hay algo de chispa innata, de esa genialidad que no se entrena. Pensar que El Shaarawy le pudo hacer sombra a Robinho o a Pato, es volver a la temporada 2001/2002 cuando Mido era el titular de un Ajax que tenía, de '9' suplente a un tal Zlatan Ibrahimovic. Y siendo dos casos tan sumamente paralelos hasta entonces, me es muy grato ver como, por fin, Stephan El Shaarawy se está sabiendo desligar de todo esto que rodea al mundo del fútbol: publicidad, ego, etc... y está focalizando sus esfuerzos en jugar. Y cuando se pone a jugar es muy bueno. Quizás, como decía al principio del artículo, no tanto como lo ponen en los videojuegos de simulación futbolística, pero si es cierto que tiene muchísimas cualidades para ser un "no-centrocampista" de referencia en Europa. Porque es un jugador que juega en todas las posiciones del ataque. Entre ambas bandas, prefiere la izquierda, pero lo mismo te juega por banda, que por detrás del delantero centro, que de única referencia arriba. Tiene recursos para todo. Si bien es cierto que, a mi entender, su posición natural es de segundo delantero. Ese "otro delantero" que juega junto a una referencia atacante especializada en fijar centrales. Porque es verdad que tiene mucho regate y es muy rápido, lo que le permite jugar de extremo con muchísima solvencia, pero también es cierto que tiene muchas más cualidades (golpeo de balón, visión de juego, combinación en corto,...) que, cuando está caído a banda no las puede mostrar, fruto de las circunstancias de la posición.

Por ir concluyendo, tenía ganas de ver jugar así, como está jugando, a un futbolista que tenía muchos visos de acabar olvidado para siempre fruto del 'boom' de las marcas por captar estrellas y pretender que lo sean cada vez más jóvenes. Cada cosa lleva su tiempo, y aunque llevemos muchos años esperando a El Shaarawy, tiene 25 años. Ahora, Stephan, has dejado atrás todo ese mundo del 'estrellato' mal entendido dentro del deporte, normalmente asociado a peinados raros, en lo que fuiste un auténtico experto. Estás jugando al fútbol muy bien y con números solventes. No tienes 30 años, es cierto, todavía estás a tiempo de hacer algo interesante dentro del mundo del fútbol. Pero tampoco tienes 18. Y si no te das prisa, 5 temporadas pasan volando. Por todo esto, porque tienes 25 años, porque pareces haber sido recuperado para jugar a esto, me alegra mucho poder preguntarte: ¿A QUE ESPERAS?

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