martes, 2 de enero de 2018

ROSS BARKLEY: ¿FINAL DEL TUNEL O DEL CAMINO?

Hoy venimos con uno de esos jugadores que generan debate. Uno de esos futbolistas que, hagan lo que hagan, van a dejar tras de sí un reguero de opiniones válidas tanto para enterrarlo como para ensalzarlo. Aunque, claro está, dentro de todas esas opiniones, aquí os vamos a dejar nuestra particular visión del jugador y de su fútbol...
En primer lugar, cabe destacar que ya avisamos hace unos años (allá por 2013) de que este chaval tenía madera de gran futbolista y que, en su día, la comparativa con el entonces delantero del Manchester United Wayne Rooney no era casualidad. No tanto por el fútbol del máximo goleador en la historia de los 'Red Devils', que a mi parecer siempre ha estado sobrevaloradísimo,  sino por el buen hacer del chaval. En Inglaterra, guste más o menos, Rooney es una estrella. Ser el 'nuevo Rooney' es ser la nueva estrella. Esa era la idea que queríamos destacar. Más allá del parecido físico, del parecido posicional, y del parecido de juego, lo cierto es que, en este mundo del fútbol en dónde nos encanta ir etiquetando a los jóvenes con proyección como 'el nuevo X', que digan de uno que es el 'nuevo Rooney', con la aureola de cuasi-perfecto delantero que rodea a la 'estrella' en Iglaterra, es digno de mención.

Pero eso fue en el año 2013. Por aquel entonces tenía 20 años, y su proyección apuntaba a salir del Everton en busca de grandes retos continentales a muy corto plazo. Pero no fue así. Y lo que en principio parecía una decisión correcta, madura y calmada de un futbolista con ganas de ir poco a poco formándose en casa y consolidando su nombre, su fútbol y su carácter en la élite, se ha ido tornando, con el inevitable paso de los años, en un ¿A QUE ESPERAS?. Es decir, hoy tenemos a un jugador con 24 años, en un equipo de medio pelo, con su posición cubierta por la 'vieja gloria' a la que estaba llamado a sustituir, y envuelto en el proceso de recuperación de una grave lesión (baja indefinida por rotura de isquiotibiales con operación de por medio), que si bien es cierto que no es culpa del chaval, tampoco se puede decir que se trate de un dato muy esperanzador que digamos. Como ha cambiado la película. Y ahora esto, ¿como se lo levanta?. Empecemos por los contras para, de ese modo, podré acabar el artículo con los 'pros' y darle el toque positivo y de esperanza que queremos darle a esta sección y los jugadores que la forman. 

La cosa está mal. Una rotura de isquiotibiales que requirió de operación no es una lesión fácil de tratar ni de dejar atrás tan facilmente. En este sentido, desde aquí, queremos darle todo nuestro apoyo para que pueda superarla cuanto antes. Pero, por desgracia, no podemos olvidar el lastre que ha supuesto para tantos y tantos futbolistas el cargar con los achaques de una lesión seria a lo largo del resto de su carrera. Un obstáculo añadido a un camino que, ya de por sí, venía torcido. Si la temporada 2015-2016 fue su temporada, también es cierto que 25 partidos disputados el año pasado, no son suficientes para un jugador que parece destinado a algo más que a capitenear al Everton. Y menos cuando las suplencias se debieron a decisiones técnicas. Si Cleverley, McCarthy, Gibson, Barry o Besic te quitan el puesto...o no eres tan bueno o algo estás haciendo mal. Y volviendo a la comparativa con Rooney, la pregunta clave es ¿con qué Rooney?. Si es con el Rooney de los vídeos de youtube y de las estadísticas como la de que es el máximo goleador de la historia del Manchester United vamos bien (equipo que se lo debería hacer mirar cuando su máximo artillero en la historia ha hecho 253 goles en 13 temporadas, o lo que es lo mismo, 19,4 goles por temporada entre todas las competiciones: liga, 2 copas y competición europea, lo que hace unos números de 4,8 goles por competición). Pero si la comparativa es con el Rooney que todos hemos podido ver sobre el verde...igual ya no gusta tanto. Un jugador del que siempre se espera algo pero que necesita fallar 40 goles/pases para, en la número 41, deleitarnos con alguna genialidad. Y si que es cierto que Barkley tiene un poco de ésto. Aunque posicionalmente creo que Barkley debería jugar con un rol menos ofensivo (que requiera menos gol) que Rooney, muchas de sus geniales ideas sobre el campo se podrían calificar, como mínimo, de peregrinas. Pases imposibles que no llegan, disparos desde demasiado lejos, sin ángulo, sin una posición correcta del cuerpo a la hora de golpear...cosas que pasan sobre un campo de fútbol pero que, cuando siempre le pasan al mismo, se empieza a escuchar un murmullo sobre si, a lo mejor, no es casualidad. Y no se trata del 'falso torpe' como podría ser un jugador tipo Thomas Müller. Más bien se trata de un exceso de confianza en sus cualidades: "Le pego tan bien al balón...que aunque me esté cayendo y de espaldas, la pongo en la escuadra de tacón" pues mira...no. Y si no te importa, para ya de intentarlo, te lo pido por favor.

Sin embargo, y por sacar lecturas positivas de la situación actual, tenemos a un futbolista de sólo 24 años. Es una edad a la que, al igual que ocurre con el vaso medio lleno o medio vacío, no es fácil decir si su carrera está a medio empezar o a medio terminar, depende de cada caso en particular. Pero como he dicho, vamos a ser positivos. 24 años, con una oferta en firme sobre la mesa del Chelsea para seguir vistiendo de azul, pero con vistas a Europa, que no se firmó por culpa de la lesión, habiendo jugado hace dos temporadas (obviemos la temporada pasada) 48 partidos con un total de 12 goles y 12 asistencias en una liga como la Premier League. "¿La temporada pasada? un bache." Vale, bueno...compro. Todo futbolista que ha hecho esos números en una temporada con 22 años tiene derecho a una segunda oportunidad, he incluso a que olvidemos esa 16/17 tan floja. Cualidades tiene de sobra: golpeo de balón, velocidad (es sorprendentemente rápido para sus 185 cm de altura), muy fuerte, con mucho recorrido, un regate muy pulido y una visión de juego para dar el último pase matadora. ¿Se puede pedir algo más? Hay grandes de Europa pegándose por jugadores con la mitad de cualidades de las que tiene este chaval. Y por todo esto, unido a esa visión positiva de los 24 años, creemos que, a pesar de la lesión que está a punto de superar según las últimas informaciones médicas, puede coger todavía el tren de los grandes futbolistas de Europa. Pero hay trabajo por hacer, sin duda, mucho tiempo que recuperar y, por supuesto, una necesidad imperiosa de salir del Everton...o de hacerlo campeón de la Premier, pero, como hemos dicho, el tren que todavía puede coger es el de "grandes futbolistas de Europa", no el de "Leyendas Históricas del Fútbol"...ese tren nunca estuvo a su alcance.

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